MICROALGAS, UNA ALTERNATIVA
NOVEDOSA EN EL CAMPO DE LA BIOTECNOLOGÍA
Las líneas de aplicación de la producción de microalgas van desde las destinadas a la alimentación humana, la producción de pigmentos naturales que se utilizan en la elaboración de alimentos funcionales, hasta la depuración de aguas residuales y reducción de CO2.
En el marco de la convocatoria de la secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva del Chubut, el Laboratorio de Microalgas -que funciona en la Facultad de Ciencias Naturales de la sede Trelew de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, Argentina- forma parte del proyecto “Producción de alimento vivo, en etapa experimental, para acuicultura” que se desarrolla en las instalaciones del Instituto Provincial de Investigaciones de los Recursos del Mar, en Playa Unión, Rawson.
Desde 2014 el Laboratorio desarrolla: Procesos biotecnológicos para la producción de microalgas: Evaluación de prototipos para cultivo, concentración y cosecha de microalgas. “Ya se avanzó en la construcción de una pileta de mil litros en instalaciones del INTI y se están realizando los primeros cultivos masivos de microalgas con su posterior cosecha” indicó a Argentina Investiga la profesora Albarracín.
Otro proyecto iniciado el año pasado es Optimización de condiciones de producción de biomasa microalgal para aplicaciones biotecnológicas en el marco del plan estratégico de Cooperación Internacional y de Intercambio Académico entre nuestra Universidad, la Facultad Regional Buenos Aires de la Universidad Tecnológica Nacional y la Universidad de Antioquia, Colombia; para lo cual están previstos encuentros en el transcurso de este año con las tres instituciones en Buenos Aires y en Colombia.
“Dado que nuestro laboratorio pertenece a la Red de Microalgas de Argentina -informó Albarracín- participamos en el mes de abril de la 1° Jornada de trabajo sobre Microalgas: Industria-Academia- Gobierno. Agregado de Valor, Energía y Remediación; organizada por el ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación”.
En esta Jornada la Unión de Industriales para el Saneamiento de la Cuenca Matanza-Riachuelo y Reconquista expuso la problemática a la que muchas empresas se enfrentan en el tratamiento de los efluentes que generan. Representantes de la Red de Microalgas describieron las ventajas de la utilización de esta tecnología en el tratamiento de efluentes que por otra parte genera energía, aceite para biodiesel y/o biomasa para generación de biogás, fertilizantes y moléculas con alto valor que pueden ser utilizadas en otras industrias.
“Son auspiciosas las perspectivas dado que las actividades de investigación básica, desarrollo y mejoras productivas en estas áreas son apoyadas con financiamiento del ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, el ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca y el Banco de Inversión y Comercio Exterior”, señaló.
El equipo del Laboratorio está actualmente integrado por Marcela Cravero, Ruth Salomón, Gabriela Pío, Silvana D’Amico, Daiana Obholz y Carlos Moreira, y los alumnos Daniela García, Ariel Parra, Jéssica González y Maximiliano Silva.
Entre los estudios realizados cabe destacar el diseño y desarrollo de técnicas de cultivo para la producción de microalgas destinadas a la alimentación humana, elaboración de piensos animales y dietas para la acuicultura, ya que estos microorganismos son esenciales en las primeras fases de desarrollo de la mayoría de especies acuáticas.
Otra línea es la producción de pigmentos naturales que se utilizan en la elaboración de alimentos funcionales. En este sentido, Albarracín indica que “en los últimos años las microalgas son consideradas como la principal fuente natural de ciertos pigmentos altamente demandados en el mercado internacional, como el β-caroteno y la astaxantina sugeridos en la prevención de ciertas enfermedades”.
También las microalgas tienen gran importancia en la depuración de aguas residuales y en la reducción de CO2 atmosférico, principal responsable del efecto invernadero. Son reconocidas además como productoras de energía para la obtención de biocombustibles, biogás e hidrógeno.
Existen especies que presentan ventajas sobre las plantas terrestres dado su potencial reproductivo, pueden cultivarse en altas densidades en superficies no aptas para uso agrícola, no necesitan de agua dulce y algunas pueden crecer incluso en aguas residuales.
El Laboratorio tiene como objetivos generales el aislamiento, identificación, caracterización, conservación y provisión de microalgas. Posee una colección de 70 cepas entre especies marinas, continentales y cianobacterias, entre las que se han identificado variedades de interés biotecnológico.
“Es muy importante el potencial de aplicación que posee la colección en los campos de alimentación humana y animal, sustancias bioactivas, cosmética y biocombustibles” señala la profesora Isabel Albarracín.
El Laboratorio presta servicios para facilitar el desarrollo de nuevos sectores bioindustriales basados en el cultivo y sus aplicaciones. “En cualquier aplicación biotecnológica se requiere contar con especies que sean altamente productivas, lo que significa alto contenido de los compuestos de interés y alta tasa de crecimiento. Por lo que la selección de las cepas adecuadas constituye la primera fase que se debe tener en cuenta en cualquier desarrollo bioindustrial” explica la especialista.
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